miércoles, 25 de noviembre de 2009

El premaratón gastronómico

¿Quién dijo que para esto del maratón había que ir bien alimentado?
Yo también lo pienso así y comencé la carga maratoniana para Zaragoza el mismo martes. Resulta que en Valencia se organizó esa semana la segunda edición de Valencia cuina oberta, en la que más de 50 restaurantes ofertaron menúes de mediodía y de cena a unos módicos precios.


Mi primera visita fue a Mar de Bamboo, en el edificio de Veles i Vents del Port de València. El entorno es espectacular y la fideuá que nos sirvieron, más que correcta. Para la cena de ese mismo día me dirigí al Kaymus, un restaurante nuevo situado en Maestro Rodrigo. Muy bien. De la mano de Nacho Romero, joven cocinero, este restaurante sigue creciendo. En fin, que se puede decir que el martes me acosté bien alimentado. Y el miércoles, también. Arroç allipebrat en L'Ancó al mediodía y espectacular cena en La Sucursal. Por unos módicos 30€, que luego se van a más de 50 con ná, puedes cenar en un estrella michelín. Como siempre, de categoría.
El jueves tocó sólo cena. ¡Pero vaya cena! No conocía Alejandro del Toro, otra estrella valenciana, y he de reconocer que era un fallo gordo. De él, a destacar lo más importante en un restaurante: su cocina. Excelente. Todavía se me hace la boca agua recordando el plato principal: un excepcional cochinillo.
Y como quiera que aún quedaban dos días para el maratón, el viernes y el sábado continúe con la ingesta en tierras mañas. ¡Ya podía soplar el cierzo el día del maratón, ya! Lo del ternasco del domingo ya no fue para la preparación específica del maratón.
Salut.

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